Zinemática: Críticas actualizadas

Si estás cansado de gastarte cinco o seis euros en el cine y encontrarte una y otra vez la misma apestosa mierda, éste es tu sitio. ¡Se acabó el tirar el dinero! Llega la revolución. By Puspus.

Wednesday, November 15, 2006

"GAL"


“GAL” de Miguel Courtois. Con José García, Natalia Verbeke, Jordi Mollá, José Coronado, Ana Álvarez, Bérnard Le Coq y Mar Regueras. Thriller político. CAL. PÉSIMA.
Bueno, pues ya tenemos aquí la gran castaña de la temporada (y además española, fíjate tú que curioso). Aunque “GAL” no es la primera película mala con que tropiezo este año (ahí están “X-Men 3”, “Alatriste” o “Be cool”) lo cierto es que ninguna de las nombradas alcanza, ni de lejos, niveles de infamia y chapuza tan elevados como la nueva cinta del Miguel Courtois. Los últimos años de Gobierno socialista bajo la tutela de D. Felipe González darían, sin duda, para un puñado de suculentas películas. Tal fue el nivel de escándalos de corrupción, desvío de fondos reservados, tráfico de influencias y mamoneo al pueblo que se fue destapando conforme el político sevillano agotaba sus últimos habanos en la Moncloa. Pero de entre todos ellos sobresale uno. La joya de la corona: Los G.A.L. Una guerra de guerrillas contra la organización etarra, con financiación de Interior, supuesto consentimiento de la cúpula del PSOE y comandada por un atajo de incompetentes que daban matarile a quién no debían y secuestraban ciudadanos al azar, ya me diréis vosotros si no da para hacer una cinta cojonuda... o dos, o tres. Pues no. Pues ni por esas... Y la razón a tal incapacidad radica en la confluencia de dos claras circunstancias: Una, la ineptitud profesional de Courtois, que no sabe qué hacer con el material que tiene entre manos, y la otra, la presión ideológica de Melchor Miralles y El Mundo, que a base de exagerar lo que no necesita ser exagerado, consiguen que un hecho real parezca un puñado de sucias mentiras. Vamos a ver, zoquetes. Si tan seguros estáis de lo que contáis, ¿por qué disfrazáis los nombres de los protagonistas? No me gusta nada esa gente que tira la piedra y esconde la mano y aquí El Mundo ha hecho exactamente eso. ¿La razón? Pues ni idea, porque estos delitos ya fueron juzgados y se llevó a prisión a casi toda la nómina del Ministerio del Interior de la época, por lo que no creo yo que se les vayan a inundar ahora las oficinas de querellas precisamente. Se trata únicamente de llamar a las cosas por su nombre y no cargarse la credibilidad del conjunto. Nada más. Otro fallo que no es de recibo es esa descripción tan esquemática de los personajes. Ni Pedro J. Ramírez será ese santo varón que dibuja la peli, ni González ese villano mefistofélico, ni Barrionuevo ese tontolaba que amenaza a diestro y siniestro desde el sillón del despacho. La realidad nunca es tan sencilla, hombres. Ni las personas constan de una sola capa. Unos periodistas de casta como ustedes ya deberían saberlo. Tampoco ayuda mucho, es cierto, que esas personalidades históricas estén interpretadas por unos actores tan rematadamente horrorosos como los que conforman el reparto de “GAL”. Y aquí entramos en la causa definitiva por la que el visionado de esta peli se convierte en una verdadera TOR-TU-RA. Que Jordi Mollá es un actor con cierta tendencia al histrionismo es de todos conocido. No le voy a cruzificar por ello. Pero que ahora tenga la manía de chupar sapos antes de salir a escena, eso sí que no lo paso. La alucinante interpretación que Mollá realiza del comisario Amedo sólo puede ser entendida bajo el abuso de estupefacientes o en el deseo de suceder a Segura en los próximos “Torrentes”. Que Amedo supuestamente hablase así, terminando cada frase con un sonoro “cojones”, no es excusa para perpetrar una papel tan espantoso. En el cine los actores actúan, ¡no imitan! Para eso ya están Homo-Zapping o los monigotes del Canal Satélite. Por otro lado José García, acomodada estrella gala y protagonista de aquella estupenda película que fue “El 7º día”, tampoco está especialmente inspirado. Su acento, entre jicho y franchute, provoca carcajadas espontáneas y deja por sublime el de Viggo Mortensen en “Alatriste”. La tercera en discordia, Natalia Verbeke se limita a repetir por enésima vez su papel de pija mojigata pero, como es la única que declama sus frases con corrección, se convierte en lo más destacable del casting. En cuanto a la peli, pues sólo decir que disfruta de uno de los guiones más torpes que he tenido la desdicha de encontrarme y que, al no tener ni pajolera idea de cómo explicar los GAL, se dedica a atormentarnos con decenas de flashbacks que destruyen cualquier atisbo de ritmo y empantanan el desarrollo de la narración. Así las cosas “GAL” se erige sin competencia como la “PEOR PELÍCULA DEL 2006". Con lo que podía haber sido...
Lo mejor: La ambientación del País Vasco de principios de los 90.
Lo peor: Un hilarante Jordi Mollá.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

GAL, buena película. ¡Hasta de Portugal vienen a verla! Véase el Blog "Para mim tanto faz"

11:20 AM  
Anonymous Anonymous said...

La bellísima Ana Alvarez........

1:19 AM  

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